ISLA AGUAMARINE

AMOR AL PRIMER BYTE

El ciberespacio es ese 'pequeño mundo' que nos trae una representación de la realidad en donde podemos encontrar muchas sorpresas. Muchas de las personas que se conectan a él buscan pasar un rato ameno en compañía de amigos virtuales, otros juegan a ser personajes de fantasía, en algunos casos podemos encontrar amantes virtuales.

Una de las grandes sorpresas que trae la red son las parejas que se conocen a través de este medio virtual y posteriormente tienden a materializar sus relaciones en el mundo real. Es muy frecuente el caso de los enamorados virtuales, en algunos extremos las parejas que se divorcian porque una de las partes se encuentran coqueteando en la red y tienen amantes en el ciberespacio.

Idealizando a la pareja

En los espacios de conversación virtual (chats) se reúnen ocasionalmente hombres y mujeres para pasar un rato ameno y charlar de temas cotidianos. No es raro que en alguna de estas reuniones alguno de los participantes quede prendado por el carácter jovial de alguien del sexo opuesto. Luego de una primera conversación puede venir, generalmente, un intercambio de direcciones electrónicas e inclusive fotografías.

Las relaciones pueden, algunas veces, ir más allá de la simple amistad y convertirse lentamente en una relación amorosa.

La idealización de la pareja se da en este campo. Al no conocerse físicamente se deja mucho espacio a la imaginación y los sueños. La computadora se vuelve un vehículo que lleva a los amantes a un mundo de fantasía, en donde todo es mágico y hermoso.

Sin embargo no todo es tan maravilloso. Se dan los casos de personas, hombres o mujeres, que aprovechan la personalidad virtual para aparecer como miembros del sexo opuesto, de tal manera que atraen a sus víctimas y las enredan en sus telarañas, a fin de llegar a conversaciones más picarescas y picantes, incluso al sexo virtual.

Algunos casos pintorescos

Revisando algunos libros que hablan sobre la red se puede encontrar algunos casos como el siguiente: Hace poco se conoció la demanda de un disgustado marido en Nueva Jersey que solicitó el divorcio porque, aseguraba, su esposa tenía un amante en la Internet. Cuando sospechó que la mujer le era infiel a través del módem grabó en el disco duro las conversaciones amorosas que ella sostenía con el presunto seductor. Este material fue presentado como prueba en el juicio de divorcio aunque la prensa ya no informó del desenlace del picante asunto. La cita, extraída de un libro del doctor Alejandro Piscitelli, nos muestra uno de los extremos mas pintorescos que podemos encontrar sobre la red.

Otro de los casos que menciona es cómo un hombre de más de cuarenta años conoció virtualmente a una joven de aparentes veintitrés añitos y que resultó ser un octogenario que estaba internado en un asilo para ancianos.

Amores cibernéticos

No siempre se dan los casos a los cuales hicimos referencia en los párrafos anteriores, hay muchas personas que han encontrado a su media naranja en la red. Movidos por el amor que nació en una conversación realizaron grandes viajes en busca de la felicidad que, en la mayoría de las veces, resultó positivo.

Las relaciones en este medio se desarrollan en base a la confianza y constituyen verdaderos actos de fe. Cuando entramos en contacto con un 'amor virtual' sólo conocemos el nombre y la identidad que surge de las palabras del interlocutor.

Al poco tiempo de estar interactuando podemos ir conociendo los gustos, fobias y afinidades con la pareja. Se puede entrar, rápidamente, al mundo de la pareja debido a que la protección de la pantalla permite ser más directos y desinhibidos en las conversaciones que se llevan a cabo.

Esto trae como consecuencia la siguiente pregunta: ¿Es importante el aspecto físico?

La respuesta va estar dentro de cada uno de los que se encuentren involucrados, como decíamos, la personalidad se muestra en las conversaciones que se desarrollan. Es cuestión de opción personal. Conversaciones y regalos virtuales

Si han sido atrapados por un amor cibernético la red presenta una serie de opciones para llevar a cabo un noviazgo virtual. Sólo es cuestión de imaginación y podremos encontrar diferentes tipos de regalos, desde la tradicional tarjeta vía correo electrónico hasta las rosas reales que se pueden pedir a las florerías virtuales que abundan en la Internet.

Además están las conversaciones telefónicas por la red gracias a algunos programas adicionales -como el Netmeeting de Microsoft que ofrece las opciones de audio y video que permiten compartir una pizarra en la cual ambos pueden dibujar la pantalla de conversación y enviar archivos.

Otra de las formas es usar el Internetphone que, al igual que el Netmeeting, permite entablar una charla por medio del micrófono y los parlantes de una computadora multimedia.

El entrar en contacto con la realidad es muy importante ya que un gesto puede ser más que un año de conversaciones virtuales. El mundo real tal vez consista en empezar de nuevo, pero se tendrá la ventaja del afecto nacido entre bytes.