Como el primer día
Te sigo queriendo, como el primer día
con esta alegría con que voy viviendo
más que en el relevo, de las cosas idas
en la expectativa de los logros nuevos.
Como el primer día, de un sentir primero
como el alfarero de mis fantasías,
con la algarabía de un tamborilero
y el gemir austero de una letanía,
como el primer día te sigo queriendo.
Te sigo queriendo valga la osadía
con la garantía de mis pobres sueños
es decir empeños, porque todavía
vive el alma mía de seguir creyendo.
Como el primer día, como el primer beso
y el primer exceso de melancolía,
como la folia del primer intento,
como el argumento, de una profecía
como el primer día, te sigo queriendo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario