lunes, octubre 31, 2005

Como el primer día Te sigo queriendo, como el primer día con esta alegría con que voy viviendo más que en el relevo, de las cosas idas en la expectativa de los logros nuevos. Como el primer día, de un sentir primero como el alfarero de mis fantasías, con la algarabía de un tamborilero y el gemir austero de una letanía, como el primer día te sigo queriendo. Te sigo queriendo valga la osadía con la garantía de mis pobres sueños es decir empeños, porque todavía vive el alma mía de seguir creyendo. Como el primer día, como el primer beso y el primer exceso de melancolía, como la folia del primer intento, como el argumento, de una profecía como el primer día, te sigo queriendo.

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