Ni el libro, ni la música, ni el sueño,
me separan de ti o te substituyen;
mis brazos son arroyos
que confluyen en un hueco de ausencia.
Qué pequeño el mundo en que no estás;
me sobra todo... todo
también me falta al carecerte,
tú, tan parte de mí
que al no tenerte
sólo a mi propia nada me acomodo
Brevería N º 1391
Fco. Alvarez Hidalgo
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