domingo, diciembre 04, 2005

RECORRIÉNDOTE
Quiero morder tu carne, salada y fuerte,empezar por tus brazos hermosos como ramas de ceibo, seguir por ese pecho con el que sueñan mis sueños ese pecho-cueva donde se esconde mi cabeza hurgando la ternura,ese pecho que suena a tambores y vida continuada.
Quedarme allí un rato largo enredando mis manos en ese bosquecito de arbustos que te crece suave y negro bajo mi piel desnuda seguir después hacia tu ombligo hacia ese centro donde te empieza el cosquilleo, irte besando, mordiendo,hasta llegar allía ese lugarcito -apretado y secreto- que se alegra ante mi presencia que se adelanta a recibirme y viene a mí en toda su dureza de macho enardecido.
Bajar luego a tus piernas firmes como tus convicciones guerrilleras, esas piernas donde tu estatura se asienta con las que vienes a mí con las que me sostienes, las que enredas en la noche entre las mías blandas y femeninas.
Besar tus pies, amor, que tanto tienen aún que recorrer sin mí y volver a escalarte hasta apretar tu boca con la mía, hasta llenarme toda de tu saliva y tu aliento hasta que entres en mí con la fuerza de la marea y me invadas con tu ir y venir de mar furioso y quedemos los dos tendidos y transpirados en la arena de las sábanas.
Gioconda Belli

2 comentarios:

JJ Custodio dijo...

Que hermosa amante eres, traes recuerdos de esas noches de sexo salvaje que disfruté en mi época universitaria, pero nadie,nadie me habló ni me susurró como lo haces tú en tu poesía.Dichoso el hombre que te posea.

Principezca dijo...

Gracias