sábado, noviembre 26, 2005

El último beso
Su mirada tierna unida al latir de mi corazón,
absorbiendo sus gestos, su sonrisa y su preocupación,
implorando al tiempo que se detuviera,
que no me apartara de el dueño de mi amor.
Su mano sobre las mía, sostenía su mirada
que escondía sus lágrimas que guardaba para algún otro día.
Todo en silencio,
el tiempo en ese momento se detenía en esa ansiedad que crecía,
caminando pasos lentos a la puerta que nos separaría,
sellándola con su último beso.
Beso apasionado, por el corazón temido,
traspasando los sentimientos con su delicioso filo,
quedando en las paredes de mi alma incrustado,
despertando día y noche bañado de suspiros.
Es hora, me parece oír su voz lejana,
estremeciendo mis cielos plateados se quebrantaban,
oscureciendo mi sol con su lluvia salada,
abrigando en nubes blancas nuestras almas enamoradas,
quedando por el tiempo atrapadas.
Sus labios presionaron mi boca,
dulce sabor a recuerdos deslumbraron sus destellos,
entumeciendo el pensamiento desesperado con su último beso.
El ambiente se puso tenso, estremeciendo mis adentros,
aferrada de su brazo fuerte para de él sostenerme,
el reloj marcado el paso deteniéndolo en un beso enviado en el viento.
Mi verdad... ¡¡¡Lo amo!!!
felicidad mía fue los momentos que estuve a su lado,
amándolo noche y día, sin importar la lejanía
y espero fielmente el momento de nuestro brindis pendiente.
Bocas sedientas se unirán una vez más
se abrirá la puerta y el reloj feliz seguirá su caminar.
Un último beso atrapado en el tiempo
que nunca terminará, porque es eterno.

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