Lo que fuiste
Me siento a escribir
lo primero que se me venga en mente
y en lo primero en que pienso
es en tu recuerdo.
Tu cara, tus ojos alegres
y tu sonrisa llenaron
mi vida de felicidad.
Fuiste como un bello amanecer,
una tierna ilusión,
un fugaz sueño de amor.
Qué poco tiempo tuve
para mirar tus ojos,
pero lo suficiente para alojarlos
en mi mente y en mi corazón.
Y es que conocerte a ti y no quererte
es como mirar el sol
y vivir en la oscuridad.
Sabes... es difícil comprender
que no era el momento
o que no eras para mí,
pero me consuelan
los maravillosos instantes
que el tiempo me permitió a tu lado
y le doy gracias a Dios por conocerte
y a la vida por darme
la oportunidad de amar.
Perdona si he querido llenar de ti
el vacío de mi corazón.
Pero desde que te conocí
tú has vuelto a encender
la llama que había estado
apagada por mucho tiempo.
Hoy quisiera fundir
mi alma con la tuya,
convertirnos en uno solo
y aunque no estés a mi lado nunca más
y a pesar de todo el dolor que siento
y de que nunca me quisiste...
Siempre, siempre te recordaré
como mi más bella ilusión.
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